La comunidad educativa de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) se manifiesta alarmada tras un violento incidente ocurrido durante una asamblea estudiantil. Militantes de La Libertad Avanza, acompañados por una concejala local, interrumpieron el encuentro donde se debatían temas relacionados con la toma de la universidad y las protestas programadas para el 17 de octubre. Eva Pinto, presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales, enfatizó que la violencia no tiene cabida en la universidad y señaló que este tipo de actos son parte de un discurso de odio alimentado por figuras políticas, incluido el presidente Javier Milei.
Durante el ataque, los intrusos, que no eran estudiantes, provocaron disturbios utilizando megáfonos. Cuando se les solicitó que se retirasen, respondieron violentamente, llegando a usar gas pimienta, lo que provocó que varios estudiantes necesitaran atención médica por inhalación. Pinto destacó el apoyo recibido de la comunidad universitaria y de las autoridades, y afirmó que, a pesar de la agresión, la asamblea continuó y se reafirmó la decisión de mantener la toma de la universidad.
El rector Alfredo Alfonso confirmó que se ha iniciado una investigación para identificar a los agresores, algunos de los cuales tienen vínculos políticos. Este clima de violencia no es aislado; refleja un aumento de tensiones en el país, acentuado por el reciente veto de la Ley de Financiamiento Universitario. Tanto autoridades locales como el gobernador Axel Kicillof han denunciado la creciente agresividad en la sociedad, vinculándola con la retórica del gobierno actual. Las actividades en la UNQ continúan, con planes de movilización y un paro nacional para visibilizar la crítica situación del sistema universitario argentino.
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