07/08/2022
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El informador geselino Por El informador geselino

REALIDAD Y UTOPÍA (Informe de situación) Por Luis Di Francesco

Copete: 

En agosto de 1789, en la Asamblea Constituyente, se debatían los alcances del poder del rey en Francia.

Los conservadores, que querían la continuidad de dicho poder, se sentaron en las sillas a la derecha del estrado del presidente del organismo.

 

A la izquierda, los que bregaban por limitar el poder del rey a la casi inexistencia.

 

Además de ganar la votación y dar el comienzo del fin de la monarquía francesa, acuñaron el concepto que define a los que motorizan los cambios políticos y sociales que, con marchas y contramarchas, devienen en sociedades más justas, democráticas y modernas.

 

Dos aclaraciones necesarias...En los sesenta y setenta se identificaba como izquierda a los partidos y movimientos marxistas, que apuntaban cómo los grandes motores de revoluciones y movimientos de liberación, eran los tiempos del Mayo Francés, de la Revolución Cubana y de la épica del Che.

 

Pero vale aclarar que el concepto izquierda es anterior al marxismo.

 

La otra aclaración es en cuanto a la apropiación de la palabra " izquierda" por lo que llamamos la

" izquierda kiosquera", que propone revoluciones instantáneas y torpedea todos los avances de las democracias populares, negandoles el rol transformador, de los cuales se consideran únicos ( y escasos)representantes, siendo en la praxis funcionales al que nada cambie.

 

Hoy en el mundo, en esas etapas de retroceso en el devenir dialéctico, avanza la derecha.

 

En este mundo unipolar desde la debacle del socialismo real soviético, con Estados Unidos erigido en gendarme del mundo y en su disputa hegemónica con China y Rusia, la sublimación de las peores facetas del capitalismo (guerras, sometimiento económico y cultural, empobrecimiento de los pueblos, agresión ambiental planetaria), han hecho crecer la insolidaridad, el racismo, la xenofobia dentro de las sociedades.

 

La Izquierda, que definimos como las ideas y acciones transformadoras hacia una sociedad más justa e igualitaria en los diferentes contextos, ha perdido la capacidad de enamorar.

 

Esos movimientos que propendian a cambiar el sistema capitalista por otro más justo y democrático, hoy están reducidos al rol de defensores de lo más potable del sistema, ante los embates del fascismo, los golpes de estado militares y sus variantes modernas, retroceso en derechos civiles y laborales, generación de un sentido común antipopular a través de los medios concentrados, especulación financiera y empresarial oligopólica,etc.etc.

 

Y hoy vemos a la Izquierda luchando por mantener las instituciones de las democracias representativas, por el salario, contra el hambre, contra los golpes institucionales, por los derechos humanos..

 

En suma, apuntalando el andamiaje de un sistema imperfecto para que pueda ser el punto de partida para un mundo mejor.

 

Porque el camino hacia Utopía comienza desde donde se está parado...

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