El conflicto entre Javier Milei y Mauricio Macri sigue intensificándose, reflejando una creciente fricción en la dinámica política de la Casa Rosada. La relación entre el presidente y el exmandatario ha sido tensa, con acusaciones mutuas y disputas sobre la influencia y el poder dentro del gobierno. Desde Balcarce 50, se señala que los intentos de acercamiento de Macri a Milei están motivados por intereses en cargos y negocios, generando una respuesta firme del entorno presidencial que asegura que los votos son mérito exclusivo de Milei y no de Macri.
En las últimas semanas, la situación ha sido particularmente agitada, con la cúpula libertaria cuestionando el rol de Macri en el resultado electoral y en la estrategia de alianzas para 2025. Milei y su equipo sostienen que el apoyo electoral recibido por Patricia Bullrich durante las elecciones presidenciales fue en su mayoría atribuible a ella, no a Macri, lo que agudiza las tensiones sobre la influencia y el papel de cada figura en la política actual. El gabinete reducido, liderado por Santiago Caputo y otros asesores clave, se ha reunido para abordar estos conflictos y coordinar estrategias en medio de la creciente discordia.
Además, la relación entre el PRO y el gobierno de Milei se está reconfigurando, con Martín Ritondo actuando como enlace entre las partes. La reciente controversia sobre el uso de fondos reservados y la negativa a devolver recursos asignados destacan la complejidad de las negociaciones en curso. Mientras tanto, Milei continúa afirmando su posición en la política nacional y planificando una posible alianza interbloque con el PRO, a pesar de las fricciones internas y las disputas sobre la gestión y el control de los recursos gubernamentales.
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