Por octavo año consecutivo, movimientos sociales transformaron la Plaza Congreso en el epicentro de una Navidad distinta. Más de 4.500 personas, entre voluntarios, vecinos y quienes enfrentan la crisis habitacional, compartieron una cena que ofreció mucho más que comida. Organizaciones como el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Proyecto 7 y UTEP lideraron esta convocatoria que buscó, en medio de la adversidad, fortalecer los lazos de solidaridad.
Desde la tarde del 24 de diciembre, actividades como cortes de pelo, clases de primeros auxilios y juegos para niños animaron el lugar. Mientras tanto, voluntarios se movilizaron para atender a los asistentes, sirviendo entrada, plato principal y mesa dulce en un despliegue que superó expectativas. "No le vamos a resolver la vida a nadie, pero esperamos que sea una noche distinta", señaló Sergio Sánchez, dirigente del MTE. Aunque el evento buscaba ser un respiro para quienes lo necesitan, también reflejó una alarmante realidad: la cantidad de personas en situación de calle en Buenos Aires aumentó un 35% en el último año, con cifras que organizaciones sociales estiman por encima de las 12.000.
A la medianoche, las mesas se llenaron de pan dulce y sidra, y un cartel recordó a todos: “Donde hay amor, ahí es Navidad”. La velada cerró con baile y regalos para los niños, mientras dirigentes como Juan Grabois destacaban el poder de la solidaridad para contrarrestar la indiferencia. En un contexto marcado por la crisis económica y social, esta cena solidaria se erige como símbolo de esperanza y reconstrucción comunitaria.
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